Se propuso la meta de no parar-Diego Chiu Peña

Se propuso la meta de no parar hasta terminar esa pila de libros que había postergado por meses. Era uno de esos fines de semana largos, no tenía planes y estaba muy decidido. Abrió el primer libro: Capítulo uno.

Sus ojos no paraban de recorrer las letras y su cerebro inició un extenuante trabajo de imaginación que lo llevó desde la sorpresa, hasta los inauditos límites de la cordura. No comió ni bebió, llevó a su cuerpo al verdadero extremo. Pasaron minutos, horas, días y entonces perdió la noción del tiempo. Viajó por valles, praderas, galaxias, mundos.

Para cuando volvió a la tierra y concluyó el último libro, ya no podía distinguir entre la realidad y la fantasía. Habían pasado meses. Un virus se multiplicaba en el ambiente, nadie quería salir de su casa, se evitaba el contacto físico a toda costa, se obligaban a usar mascarillas. Él detuvo al primer transeúnte y le preguntó ¿disculpe, en qué novela estamos?