| Número de colección: S/N | Año: 2019 | 336 págs. | ISBN: 978-607-86-3631-0
Autorizar o prohibir el ingreso de inmigrantes al territorio nacional, y otorgar o negar cartas de naturalización son decisiones políticas que trazan fronteras entre nosotros y los otros.
México es un caso paradójico. Se trata de una nación que nunca recibió corrientes significativas de población extranjera; sin embargo, instituyó normas migratorias y de naturalización muy restrictivas. ¿Cuál fue el sentido de restringir la inmigración si el volumen de extranjeros siempre fue pequeño en el total de la población? Además, en un país tan lacerado por prejuicios étnicos y con gobiernos posrevolucionarios que tempranamente condenaron la discriminación racial, ¿cómo explicar la potente racialización de las políticas que regularon la extranjería?
Estas preguntas son el punto de partida de una investigación los los entresijos de las normas y las prácticas migratorias y de naturalización en el México de la primera mitad del siglo xx. De estos asuntos se ocupa este libro a través de un recorrido atento a las ideas desde donde fue pensada la presencia extranjera, a la traducción de esas ideas en leyes, en cómo esas leyes gestaron espacios de administración pública y, por último, en los motivos por los que la política inmigración y naturalización generó una densa corrupción, jugosa fuente de negocios privados.
Vivimos tiempos de profunda inquietud por las reacciones que generan renovadas oleadas de inmigrantes internacionales. En este panorama, México ocupa un lugar destacado. Ningún problema es completamente nuevo. Advertir el calado histórico de las enormes dificultades que enfrenta la gestión de la extranjería en México, debería de ser uno de los puntos de partida para imaginar cursos de acción capaces de construir alternativas viables.