| Número de colección: 6 | Año: 2016 | 248 págs. | ISBN: 978-607-84-5030-5
Ante la pregunta de si escribir libros se ha convertido en un anacronismo en la era de la comunicación digital y la cibercultura, la respuesta es, ciertamente, un no; sin embargo, aunque por una parte pueda observarse que el libro como objeto y concepto se mantiene vivo en la era digital, por otra, debe analizarse y estudiarse lo que esta presencia implica en términos de los nuevos modelos de escritura, lectura y pensamiento.
Para Roger Chartier, la revolución del texto electrónico no ha relegado al libro de modo que pueda ser catalogado como una antigüedad; por el contrario, ha sido una excelente manera de reinventar el análisis de la cultura impresa haciendo énfasis en las diferentes herramientas con que cuenta la industria editorial.
En el ámbito literario, el uso de estas tecnologías ha permitido el surgimiento de formas híbridas de creación que permiten la integración de elementos extra-textuales y proponen un soporte diferente a la cultura escrita, así como un soporte nuevo para el libro: causa de esta conjunción surge la llamada literatura electrónica.
En esta investigación se analizan los cambios que padece el producto literario así como el repertorio de éste, la figura del lector y el concepto del productor (o autor).