| Número de colección: S/N | Año: 2011 | 212 págs. | ISBN: 978-607-75-8838-2
Las diferencias entre México y Argentina, que se ponen de manifiesto, pero también se extreman en el caso de específico del exilio republicano, son de larga data. En lo que hace específicamente al siglo XX, basta pensar en la distancia que media, en 1910, y en la subsiguiente gestación de nacionalismos de diverso cuño en México y Argentina. Con el golpe de Estado de general José Evaristo Uriburu, empieza en 1930 en Argentina la “decana infame”, caracterizada por una incidencia militarista que seguirá vigente hasta finales del siglo XX, y el desarrollo de una fracción intelectual católico-nacionalista y un afianzamiento de la fracción de los intelectuales críticos alineados bajo las divisas del internacionalismo antifascista.
En México la del treinta es la década de Lázaro Cárdenas, en la que se sentó la base institucional que garantizaría de ahí en más que el reconocimiento y la consagración intelectual pasaran, en última instancia, por el vínculo con el Estado. Y los años cuarenta, en los que México consolidó el poder del Estado y cooptó a sus intelectuales, son en Argentina los años de ascenso del nacional-populismo peronista.